jueves, 15 de diciembre de 2011

Epifanía

Jorge Guillén, considerado como el discípulo más directo de Juan Ramón Jiménez, es el poeta del optimismo cósmico. Su lema es: "El mundo está bien hecho". Y siguiendo este ideal encontramos un poema que viene como anillo al dedo para estas fechas tan señaladas. El poema muestra la realidad, oculta en la actualidad por un velo económico. Espero que recapacitéis un poco al leerlo...

Llegan al portal los Mayores,
Melchor, Gaspar y Baltasar.
Se inclinan con sus esplendores
y al Niño adoran sin cantar.

Dios no es rey ni parece rey,
Dios no es suntuoso ni rico.
Dios lleva en sí la humana grey
y todo su inmenso acerico.

El cielo estrellado gravita
sobre Belén, y ese portal
a todos los hombres da cita
por invitación fraternal.

Dios está de nueva manera,
y viene a la familia de obrero,
Sindicato de la madera.
El humilde es el verdadero.

Junto al borrico, junto al buey,
la criatura desvalida
dice en silencio: "No soy rey,
soy camino, verdad y vida".




miércoles, 23 de noviembre de 2011

La Sevilla que no vemos

Desde pequeña, al igual que a todos, mi familia imaginaba a cada momento qué sería al cabo de los años, a qué me dedicaría, qué me haría emocionarme, qué estudiaría y para qué.
El destino es sabio...
Una vez cumplidos los tres años, mis padres me matricularon en la antigua enseñanza preescolar del colegio Santa Isabel, que durante trece años fue consolidando la base de mi formación. Dicho colegio se encuentra actualmente en el centro de Sevilla, en mi barrio, una de las zonas más bonitas y con más encanto, para mi gusto, de toda la ciudad. Ya se sabe, "la sangre" tira.
Los años han pasado, y en mis recuerdos siguen aquellos caminos de la mano de mi abuelo, quien me llevaba al colegio. Pasábamos siempre por la misma calle, y hoy me he dado cuenta, volviendo a hacer ese camino, que desde pequeña mi destino estaba afianzado.
En ese camino se encuentra la calle Santa Paula, donde se encuentra el mismo convento de dicho nombre, y, justo enfrente, este edificio, que estoy segura os sonará:

Pues bien, la cosa no queda ahí. Mi abuelo siempre me hacía leer el azulejo que en su fachada se puede observar. Claro está, mi edad y mi reciente aprendizaje del arte de la lectura no me permitían entender lo que leía. A él no le importaba, quería que no olvidase aquél azulejo, y siempre me decía "esto es un privilegio que tenemos cerquita de casa". Nunca lo entendí...
Hasta ahora. Mi pasión por la literatura es obvia, y no sé qué pensar. Quizás mi abuelo forjó ese sentimiento literario en su nieta con las continuas explicaciones acerca de ese azulejo. Es una cuestión que aún sigue viva en mi. Y para que todos entendáis qué os digo, os acercaré el azulejo para que podáis leerlo:

"El príncipe de los ingenios españoles, MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA, imaginó que en esta casa, frontera de Santa Paula, moraron Isabela y sus padres, personajes de la novela ejemplar LA ESPAÑOLA INGLESA".

Actualmente estudio 1º de Bachillerato, y, al comenzar el curso, nuestra profesora de lengua y literatura nos informó sobre los libros que leeríamos a lo largo del año académico. Entre ellos, La Española Inglesa.

¿Son cosas del destino, que desde el principio me tenía asignado un futuro?

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Recuerdos infantiles..

Como algunos ya sabéis, esta mañana, mis compañeros y yo hemos asistido a una conferencia de un poeta sevillano, nacido en pleno centro de nuestra hermosa ciudad, en un apartamento perteneciente al viejo palacio de Dueñas, en 1875. Seguro que os sonarán aquellos versos inciales: "Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y un huerto claro donde madura el limonero..."
Hoy nos ha tocado soñar y recordar. Creo que nadie ha podido evitar revivir en su interior los momentos más felices de su infancia, cada juego, cada sonrisa, cada abrazo de nuestra madre y cada hora sentados en aquellos pequeños bancos colegiales, mientras nos deleitábamos del recitar que hemos tenido la suerte de experimentar esta mañana.

Nuestros sueños nos remontaron a aquella primera vez que nuestro padre nos cogía en brazos y nos montaba en el caballito más bonito de todo el tiovivo...

"Pegasos, lindos pegasos,
caballitos de madera...
Yo conocí siendo niño,
la alegría de dar vueltas                                                
sobre un corcel colorado
en una noche de fiesta.
En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.
¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!

Y... cómo no revivir este preciado recuerdo. Un ambiente soñador nos ha envuelto a todos, y con su dulce abrazo volvieron a nuestra imaginación aquellos seis cursos llenos de juegos y recreos, clases de matemáticas y caligrafías como deberes. Cada uno de esos minutos permanecen archivados en lo más profundo de nuestro corazón...

"Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.
Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
"mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón".
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales".

Y como nos quiso transmitir el poeta, Antonio Machado, somos lo que hemos vivido, no dejemos atrás nuestros recuerdos y orígenes, y aprovechemos el presente, pues "las cosas bien hechas valen más que el hacerlas".

miércoles, 14 de septiembre de 2011

ODA A LA VIDA, Pablo Neruda

Como es tradición al finalizar el año en diciembre, las personas nos hacemos propósitos para el nuevo año a estrenar a primeros de enero. Ciertamente, a mi parecer, el año no empieza en este frío mes; esos días prefiero dejarlos para recuperar el ritmo de vida tras una quincena de fiestas y celebraciones navideñas. Mi nuevo año empieza hoy. Mi "nueva vida" nace esta tarde. Mis propósitos son planteados en este mismo momento, y llevados a cabo a partir de mañana. Espero que entendáis estas palabras. Es por esto que animo a todos a empezar esta nueva vida dejando atrás preocupaciones, sentimientos oscuros y momentos de malos augurios, dando paso a la felicidad y a un nuevo curso que, espero con toda sinceridad, sea del agrado de todas las personas que forman parte de mi vida, deseándoles mis mayores deseos para esta "nueva vida" que está a punto de arrancar de su casilla de salida.

"La noche entera
con un hacha
me ha golpeado el dolor,
pero el sueño
pasó lavando como un agua oscura
piedras ensangrentadas.
Hoy de nuevo estoy vivo.
De nuevo
te levanto,
vida,
sobre mis hombros.

Oh vida, copa clara,
de pronto
te llenas
de agua sucia,
de vino muerto,
de agonía, de pérdidas,
de sobrecogedoras telarañas,
y muchos creen
que ese color de infierno
guardarás para siempre.

No es cierto.

Pasa una noche lenta, 
pasa un solo minuto
y todo cambia.
Se llena
de transparencia
la copa de la vida.
El trabajo espacioso
nos espera.
De un solo golpe nacen las palomas.
Se establece la luz sobre la tierra.

Vida, los pobre
poetas
te creyeron amarga,
no salieron contigo
de la cama
con el viento del mundo.

Recibieron los golpes
sin buscarte,
se barrenaron
un agujero negro
y fueron sumergiéndose
en el luto
de un pozo solitario.

No es verdad, vida,
eres
bella
como la que yo amo
y entre los senos tienes
olor a menta.

Vida,
eres
una máquina plena,
felicidad, sonido
de tormenta, ternura
de aceite delicado.

Vida,
eres como una viña:
atesoras la luz y la repartes
transformada en el racimo.

El que de ti reniega
que espere
un minuto, una noche,
un año corto o largo,
que salga
de su soledad mentirosa,
que indague y luche, junte
sus manos a otras manos,
que no adopte ni halague
a la desdicha,
que la rechace dándole
forma de muro,
como a la piedra los picapedreros,
que corte la desdicha
y se haga con ella
pantalones.
La vida nos espera
a todos
los que amamos
el salvaje
olor a mar y menta
que tiene entre los senos."

miércoles, 7 de septiembre de 2011

No hay árbol recio ni consistente sino aquél que el viento azota con frecuencia.

Lucio Anneo Séneca (filósofo, político, orador y escritor romano).

martes, 14 de junio de 2011

CÓMO SOY

Describirse a uno mismo es difícil; conocer nuestro interior y reconocerlo aún más.
La vida, los acontecimientos, los distintos momentos que se dan lugar en ella nos van formando, moldean nuestro interior como si de un trozo de plastilina se tratara. Nos hacen ser una persona.
En mi vida todavía faltan muchos momentos para ayudarme a terminar de formarme, pero en dieciséis años han pasado suficientes cosas para que el inicio de mi formación esté completamente terminada y definida. En dieciséis años he conseguido llegar a ser una joven chiquilla que aprende de sus actos, de los que algunos, en más de una ocasión, se ha arrepentido y, con ello, ha aprendido la palabra perdón. Yo soy cada momento de risa en el que el tiempo no existía, se paraba, y un dolor de mandíbula te hacía poner los pies en la tierra y bajar de ese mundo en el que tantas veces te has encontrado flotando. Soy esa canción de cuna que sonaba cada noche hace catorce o trece años, la mano que me arropaba no sólo al quedarme dormida, sino en cada momento de mi vida, enseñándome a ser dulce y a saber apreciar el cariño que me regalan. También soy trece años, todos los días, en el mismo sitio, aprendiendo matemáticas y cantando en Navidad en aquel teatro repleto de gente, aquel sitio donde he aprendido tantas cosas en los libros, y donde lo más importante me lo han enseñado esas personas que me reñían y me castigaban sin recreo, y hoy les doy las gracias por ello, porque eso me enseñó a reflexionar. Yo soy una amistad guardada en el corazón, que no se pierde, que no se borra, que siempre quedará guardada.
Yo soy una niña, aún pequeña, juguetona, traviesa, a la que todavía le quedan muchos años para hacerse mayor y aprender, al final de mi vida, que todo terminó, que conseguí convertirme en una persona.
Soy viajes, recuerdos imborrables, memorias escritas, fotografías olvidadas, películas archivadas, libros leídos, palabras que se han ido con el paso del tiempo. Yo soy luces de faroles en una noche apagada, andando por aquella ciudad con olor a manzanilla y sabor a poesía que me enseñó a soñar, olvidando los temores y sacando de mí todo miedo existente. Aprendí de todos los veranos vividos, cada uno distinto, cada uno especial, que con el calor de agosto reconocí en mi interior el sentimiento del cariño con ese niño pequeño que, todavía hoy, me sigue sacando una sonrisa con cada palabra que sale de su boca.
Y uniendo todo esto conseguí  ser lo que soy hoy, junto con la música, las imágenes, los recuerdos y las sonrisas y miradas que he recibido y me quedan por recibir aún, y así terminar de hacerme una persona, que es la meta de mi vida.

lunes, 6 de junio de 2011

LA CASA DE BERNARDA ALBA, drama de mujeres en los pueblos de España

"En ocho años que dure el luto, no ha de entrar en esta casa el viento de la calle. Haceros cuenta de que hemos tapiado con ladrillos puertas y ventanas. Así pasó en casa de mi padre y en casa de mi abuelo."

"Y no quiero llantos. La muerte hay que mirarla cara a cara. ¡Silencio! ¡A callar he dicho! Las lágrimas cuando estés sola. Nos hundiremos todas en un mar de luto. Ella, la hija menor de Bernarda Alba ha muerto virgen. ¿Me habéis oído? Silencio, silencio he dicho. ¡Silencio!"


martes, 19 de abril de 2011

Federico García Lorca y el final de su vida

Hace pocos días comencé a releerme el libro de poemas "Poeta en Nueva York". El principio de esta obra, exactamente el tercer poema, llamó especialmente mi atención con unos versos en los que el poeta parece que conociera y quisiera expresar su trágico destino siete años antes de su muerte. Ahí os dejo la última estrofa del poema, donde se encuentran los versos que tanto me impresionaron.

Cuando se hundieron las formas puras
bajo el cri cri de las margaritas
comprendí que me habían asesinado.
Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias.
Abrieron los toneles y los armarios.
Destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro.
Ya no me encontraron.
¿No me encontraron?
No. No me encontraron.


¿Qué opináis al respecto?

jueves, 31 de marzo de 2011

LAS CLASES DE ESPAÑOLES SEGÚN PÍO BAROJA

Corría el año 1904 y aquella tertulia, que había abierto el gallego Ramón María del Valle-Inclán en el Nuevo Café de Levante, hervía por las noches con la flor y nata de los intelectuales de la Generación del 98 y los artistas más significados, entre ellos Ignacio Zuloaga, Gutiérrez Solana, Santiago Rusiñol, Mateo Inurria, Chicharro, Beltrán Masses o Rafael Penagos.

Y aquella tarde noche del 13 de mayo de 1904 el que sorprendió a todos los presentes fue Pío Baroja. Porque cuando se estaba hablando de los españoles y de las distintas clases de españoles, el novelista vasco sorprendió a todos y dijo:

“La verdad es que en España hay siete clases de españoles… sí, como los siete pecados capitales. A saber:

1) los que no saben;
2) los que no quieren saber;
3) los que odian el saber;
4) los que sufren por no saber;
5) los que aparentan que saben;
6) los que triunfan sin saber;
7) los que viven gracias a que los demás no saben." 

Unamuno y Benito Pérez Galdós aplaudieron a Baroja. Sobre todo por el último punto, el que dice “los que viven gracias a que los demás no saben”. Estos últimos se llaman a sí mismos “políticos” y a veces hasta “intelectuales”.

Realmente impresionante Baroja.

miércoles, 23 de marzo de 2011

CUARESMA EN SEVILLA

Quiero hijo mío, decirte hoy
cómo Dios en Sevilla es.
Dios es Jesús, Hijo y Padre
y hay que tratarlo con fe.
Es tristeza y es consuelo.
Es el lirio y el clavel.
Es el dolor y la alegría.
Es fuente que alivia la sed.
Es el sol que nos alumbra.
Es aurora al amanecer.
Es un barrio que camina
tras las huellas de sus pies,
cruzando toda Sevilla
y toda Sevilla tras Él.

Querubines que de blanco
todo candor y encanto
van con palmas y velitas
acompañan la Borriquita
haciendo en Sevilla entrada
costero a costero en Campana.
Y es Jesús Sacramentado
por Sol, el Domingo de Ramos,
que la fiesta del cordero
se celebra en los Terceros.
Y el Huerto de los Olivos,
aquél que en Feria se asienta,
llena la tarde de brillo,
de tambores y cornetas,
esperando al cortejo
que por Orfila se acerca.
Vienen a prenderle, Judas
por Santiago le besa.
Preso y maniatado es Jesús.
Pedro, con ellos se enfrenta.
Jesús, le para al instante,
que ha de cumplirse la ofrenda.
Cautivo y Abandonado
en el Tiro le contemplan.
Y antes que el gallo cante
será negado por Feria.
En San Lorenzo, ante Anás,
truena una mano en ofensa,
y allá en San Juan de la Palma
Herodes lo desprecia,
que quiere que sea por TRiana
donde Caifás le dé condena.
Pero es en la Calzada,
después que azotado fuera
a orillas del Guadalquivir,
cuando Pilatos lo presenta.
En Resolana hay lectura
de una injusta sentencia.
Y en águila le coronan,
espinas, golpes le asestan,
por manto clámide roja,
sufre escarnio y mofas aviesas.
Y es entre verdes naranjos,
cuando el azahar despierta
presagio de su victoria
de albo color pureza,
donde sayones le cargan
tristezas de pena eterna.
Y Jesús la cruz abraza,
de aquella forma incierta,
con un rubor de silencio,
con un mimo que atormenta,
que en la oscuridad de la noche
por compañera la acepta.
En San Lorenzo, no hay clamor,
sólo lucen las estrellas,
sólo el silencio en la plaza,
larga se hace la espera.
La brisa se arremolina.
La noche se hace misterio.
La flor sueña en primavera.
La calle se abre a los cielos.
La plaza entera se entrega.
¡Por Dios!, ¡por Dios!, ¡hijo mío!
¡Qué larga se hace la espera!
Que es el mismo Dios, aquel
que no conoce fronteras,
quien baja todos los años
hasta Sevilla... y pasea.

Y aunque sea Poderoso
las fuerzas le flaquean,
que dicen que fue por San Roque
donde la cruz le aligeran,
cuando aquél hombre bueno,
antes que a las mujeres viera,
cargó con dolor y pena
el travesaño de muerte
de aquella injusta condena.
Tres veces fueron sus caídas,
por San Vicente la primera,
en la Costanilla o en Triana
dicen que fue la tercera.
Y al llegar a la laguna,
el monte de la calavera,
despojado de la ropa
le lloró Sevilla entera.
Así, desnudo y llorando,
sentado en divina peña,
va pidiendo a Dios Padre
que pase este río de Penas.
Y en San Pablo le crucifican,
en un Viernes de trsiteza,
entre aquellos dos ladrones
mientras Magdalena reza.
Sevilla se hace consuelo
y para su agonía presta
Amor la noche y el naranjo
que en el Museo se hacen poetas.
Y por San Martín, Longino,
le da lanzada certera
que su Sagrado costado
con saña y dolor atraviesa.

Y un ángel mandó Dios Padre
a buscar agua a la tierra,
y buscó en manantiales
hallando las fontanas secas.
Y buscó en el río grande
que baña la ciudad bella.
Y buscó entre las nubes
de la dulce primavera.
Y buscó en altas montañas
otrora de nieve llenas.
Y buscó en los palacios
de opulentas y ricas cenas.
Y buscó en los infiernos
que apagar el fuego pudiera.
Y buscó en casa pobre
no encontrándola en ella.
Y buscó dentro del alma
hallando falsas promesas.
Y sólo pudo encontrarla
en aquella herida abierta
de mi Cristo de las Aguas
que tanto amor despierta.

Cuando viene Cristo muerto,
viene con paso de seda,
lo traen de lirio y mimo
y al entrar en el Arenal
por el Arco del Postigo,
una Madre Carretera
que viene llorando a grito,
busca sábana y escalera
por Caridad en el Baratillo,
y vuelve acunarlo Piedad,
entre sus brazos de madre,
cantando nanas de penas,
con una locura que espanta,
que se fue la primavera
entre sus manos blancas.
Esencia que al aire vuela,
llevando al cielo la gracia,
de esas manos que consuelan,
que son palomas al alba.

Las espadañas funestas,
repiten con negros sones,
entre torres y azoteas,
que un cortejo de muerte
en San Andrés hace espera.
Es un teorema silente,
que en la tarde se hace pena,
acompañando a una madre,
Bendita flor de azucena,
que transida de tormento
padece amarga pena.

Qué sola te has "quedao",
qué dolor más grande llevas.
Tú, que eres luz que ilumina.
Tú, que eres lunita nueva.
Tú, que eres gracia divina.
Tú, que eres madrecita buena.
¡Dime, "Soleá"!
¡Dónde guardas Tú las penas!

Si la noche se hizo oscura
luz de vida la serena
allá por Santa Marina
al alba de blancas sendas,
con silentes nazarenos,
como rosarios de promesas,
que cruzan la madrugada
anunciando a las tinieblas
que Cristo resucitado
el que a la muerte venciera
va repartiendo la gloria
que a todos nos prometiera.

jueves, 17 de marzo de 2011

Violante y Lope de Vega

Esta mañana he tenido una gran conversación con mi profe José María, y quiero que lea esta entrada, dedicada a él, y sobre todo espero que le guste, aprendiendo así un poquito de este soneto de Lope de Vega, que me lo dijo ayer, y la respuesta que tuvo a través de un soneto por la mencionada Violante.


SONETO DE REPENTE (Lope de Vega)

Un soneto me manda hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto,
burla burlando van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto,
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho
pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo y aun sospecho
que voy los trece versos acabando:
contad si son catorce y está hecho.


RESPUESTA DE DOÑA VIOLANTE A LOPE DE VEGA (Gerard Widemann, amanuense de doña Violante Pardo)

No me eches tú, Lopillo, tanto morro,
no creas que me cumples mi deseo
hilvanando un soneto, pues bien veo
que hoy la pluma la llevas en el gorro.

No pienses que, con verte, yo me corro,
o que estimo un soneto un devaneo,
pues soy una mujer que pienso y leo;
no trates de engañarme hoy a lo zorro.

Ni pienses que, de cierto, soy Violante,
ni me hables de cuartetos y tercetos,
ni aún en dónde colocas cada acento;

sé bien que lo que cuenta, lo importante
es el decir, al fin, de modo escueto
un concepto, una flor, un sentimiento.

lunes, 14 de marzo de 2011

Góngora y Quevedo

De muchos es sabido que en el Siglo de Oro de la literatura castellana se dió lugar un conflicto entre dos grandes escritores de la época: Luís de Góngora y Argote y Francisco de Quevedo.
Este conflicto vino dado a raíz de dos vertientes poéticas completamente opuestas creadas por dichos escritores. Góngora pretendió crear un lenguaje específico para incorporar a su poesía diversos recursos lingüísticos tomados del latín, y transformar otros nacidos del Renacimiento. Este nuevo estilo de expresión fue llamado poesía culterana o culteranismo. Quevedo también pretendía una renovación, esta vez en el contenido, es decir, jugando con los conceptos, recibiendo el nombre de poesía conceptista o conceptismo.
Con todo esto, la disputa entre ambos poetas se hacía pública a través de sus poemas. Os pongo ejemplos de ellos:


CONTRA QUEVEDO (Góngora)

Anacreonte español, no hay quien os tope.
Que no diga con mucha cortesía,
que ya de vuestros pies son de elegía,
que vuestras suavidades son de arrope.

¿No imitaréis al terenciano Lope,
que al de Belerofonte cada día,
sobre zuecos de cómica poesía
se calza espuelas, y le da un galope?

Con cuidado especial vuestros antojos
dicen que quieren traducir al griego,
no habiéndolo mirado vuestros ojos.

Prestádselos un rato a mi ojo ciego,
porque a luz saque ciertos versos flojos,
y entenderéis cualquier gregüesco luego.


CONTRA GÓNGORA (Quevedo)

Yo te untaré mis obras con tocino
para que no me las muerdas, Gongorilla,
perro de los ingenios de Castilla,
docto en pullas, cual mozo de camino.

Apenas hombre, sacerdote indino,
que aprendiste sin christus la cartilla;
chocarrero de Córdoba y Sevilla,
y en la corte, bufón a lo divino.

¿Por qué censuras tú la lengua griega
siendo sólo rabí de la judía,
cosa que tu nariz aún no lo niega?

No escribas versos más, por vida mía;
aunque aquesto de escribas se te pega,
por tener de sayón la rebeldía.



Góngora a la izquierda; Quevedo a la derecha.



domingo, 13 de marzo de 2011

UN BUEN CONSEJO MEDIEVAL

Otra vez hablaba el conde Lucanor con Patronio, su consejero, de esta guisa:
Patronio, un mi pariente y amigo, de quien yo fío mucho y estoy seguro de que me ama verdaderamente, me aconseja que vaya a un lugar del que me recelo yo mucho. Y díceme él que no haya recelo ninguno; que antes tomaría él la muerte que yo tome ningún daño. Y ahora, ruégoos que me aconsejéis en esto.
Señor conde Lucanor dijo Patronio, para este consejo mucho querría que supiéseis lo que aconteció a un ciego con otro.
Y el conde le preguntó cómo había sido aquello.
Señor condedijo Patronio, un hombre moraba en una villa y perdió la vista de los ojos y fue ciego. Y estando así ciego y pobre, vino a él otro ciego que moraba en aquella villa, y díjole que fuesen ambos a otra villa cerca de aquella y que pedirían por Dios y que habrían de qué mantenerse y sustentarse.
Y aquel ciego le dijo que sabía que en aquel camino de aquella villa que había pozos y barrancos y muy fuertes pasadas: y que se recelaba mucho de aquella ida.
Y el otro ciego le dijo que no hubiese recelo. porque él se iría con él y lo pondría a salvo. Y tanto le aseguró y tantas pros le mostró en la ida, que el ciego creyó al otro ciego y fuéronse.
Y desde que llegaron a los lugares fuertes y peligrosos cayó el ciego que guiaba al otro, y no dejó por eso de caer el ciego que recelaba el camino.
Y vos, señor conde, si recelo habéis con razón y el hecho es peligroso, no os metáis en peligro por lo que vuestro pariente y amigo os dice, que antes morirá que vos toméis daño; porque muy poco os aprovecharía a vos que él muriese y vos tomaseis daño y murieseis.
Y el conde tuvo éste por buen consejo e hízolo así y hallóse en ello bien.
Y entendiendo don Juan que este ejemplo era bueno, hízolo escribir en este libro. e hizo estos versos que dicen así:
Nunca te metas do hayas malandanza
aunque tu amigo te haga seguranza.

 

Y así fue como Don Juan Manuel nos volvió a deleitar con una de sus historias en el libro de ejemplos "El Conde Lucanor", escrito entre los años 1330 y 1335. Éste es el ejemplo XXXIV-DE LO QUE ACONTECIÓ A UN CIEGO CON OTRO.
Hoy en día existen varias versiones de algunos de sus ejemplos, y sus moralejas son seguidas por muchas personas en la actualidad.

La oración del ateo, Miguel de Unamuno

Oye mi ruego Tú, Dios que no existes,
y en tu nada recoge estas mis quejas,
Tú que a los pobres hombres nunca dejas
sin consuelo de engaño. No resistes

a nuestro ruego y nuestro anhelo vistes.
Cuando Tú de mi mente más te alejas,
más recuerdo las plácidas consejas
con que mi ama endulzóme noches tristes.

¡Qué grande eres, mi Dios! Eres tan grande
que no eres sino Idea; es muy angosta
la realidad por mucho que se expande

para abarcarte. Sufro yo a tu costa,
Dios no existente, pues si Tú existieras
existiría yo también de veras.

Este soneto pertenece a Miguel de Unamuno, ensayista de la Generación del 98. En la obra de este escritor cumple un papel fundamental la figura de Dios, reflejando en muchos de sus poemas las dudas que forman parte de nuestra vida diaria acerca de la creencia en Dios. Unamuno se considera ateo no por no creer en Dios, sino por dudar de su existencia. Sin embargo, en gran parte de su obra reconoce que por mucho que la duda intente dominarlo una parte de él siempre será fiel a su Dios, y que sin Él estaría perdido. Miguel de Unamuno utiliza con delicadeza la mezcla de poesía y filosofía para demostrar su agonía sobre el hombre y Dios.

sábado, 12 de marzo de 2011

HAGAMOS UN TRATO

Dedicado a quien, día a día, me enseña la belleza de la poesía, además de la belleza de muchas otras cosas, como la amistad, el cariño o la confianza en los demás y uno mismo. Gracias por formar parte de mi vida.

Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
ni hasta diez
sino contar
conmigo.

Si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo.

Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo.

Pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

Poema de Mario Benedetti (1920-2009), escritor y poeta uruguayo integrante de la Generación del 45.

Retrato, Antonio Machado

Esta entrada va dedicada a aquella persona que me regaló mi primera clase de literatura. Espero que te guste.




Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
 
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
 
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
 
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
 
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
 
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
 
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
 
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
 
Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

Gustavo Adolfo Bécquer, sevillano en el Romanticismo

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo frenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar;
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
ésas ... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde, aún más hermosas,
sus flores se abrirán.

Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas ... ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de sus profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido... desengáñate
así ... ¡no te querrán!

Dos grandes pasiones unidas

Con motivo de mi primera entrada en el blog os pongo un video en el que se unen, como bien dice el título de la entrada, dos grandes pasiones seguidas mundialmente: la poesía y el flamenco. He decidido estrenar el blog con este video para darme a conocer desde el principio, escogiendo uno de los poemas de mi escritor favorito, Federico García Lorca, mezclado con el flamenco, que me ha acompañado desde que nací. El vídeo pertenece a una escena de la película "Buñuel y la mesa del rey Salomón", del costumbrista director Carlos Saura. Precisamente, Lorca también es considerado un poeta que asume en toda su obra la cultura popular andaluza, su tierra, e imita la métrica y el estilo de las canciones y romances tradicionales, además del flamenco. Me siento orgullosa de compartir los mismos gustos que dicho escritor. Espero que os guste el vídeo, y que lo valoréis no por el tiempo que me ha llevado ponéroslo, sino por la memoria y el trabajo de uno de los grandes poetas y dramaturgos de la historia. El fín de este blog es daros a conocer lo maravilloso que es el mundo de la literatura y la vida y obra de aquellos que tuvieron la suerte de comprenderla y expresarla al mundo.