miércoles, 23 de noviembre de 2011

La Sevilla que no vemos

Desde pequeña, al igual que a todos, mi familia imaginaba a cada momento qué sería al cabo de los años, a qué me dedicaría, qué me haría emocionarme, qué estudiaría y para qué.
El destino es sabio...
Una vez cumplidos los tres años, mis padres me matricularon en la antigua enseñanza preescolar del colegio Santa Isabel, que durante trece años fue consolidando la base de mi formación. Dicho colegio se encuentra actualmente en el centro de Sevilla, en mi barrio, una de las zonas más bonitas y con más encanto, para mi gusto, de toda la ciudad. Ya se sabe, "la sangre" tira.
Los años han pasado, y en mis recuerdos siguen aquellos caminos de la mano de mi abuelo, quien me llevaba al colegio. Pasábamos siempre por la misma calle, y hoy me he dado cuenta, volviendo a hacer ese camino, que desde pequeña mi destino estaba afianzado.
En ese camino se encuentra la calle Santa Paula, donde se encuentra el mismo convento de dicho nombre, y, justo enfrente, este edificio, que estoy segura os sonará:

Pues bien, la cosa no queda ahí. Mi abuelo siempre me hacía leer el azulejo que en su fachada se puede observar. Claro está, mi edad y mi reciente aprendizaje del arte de la lectura no me permitían entender lo que leía. A él no le importaba, quería que no olvidase aquél azulejo, y siempre me decía "esto es un privilegio que tenemos cerquita de casa". Nunca lo entendí...
Hasta ahora. Mi pasión por la literatura es obvia, y no sé qué pensar. Quizás mi abuelo forjó ese sentimiento literario en su nieta con las continuas explicaciones acerca de ese azulejo. Es una cuestión que aún sigue viva en mi. Y para que todos entendáis qué os digo, os acercaré el azulejo para que podáis leerlo:

"El príncipe de los ingenios españoles, MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA, imaginó que en esta casa, frontera de Santa Paula, moraron Isabela y sus padres, personajes de la novela ejemplar LA ESPAÑOLA INGLESA".

Actualmente estudio 1º de Bachillerato, y, al comenzar el curso, nuestra profesora de lengua y literatura nos informó sobre los libros que leeríamos a lo largo del año académico. Entre ellos, La Española Inglesa.

¿Son cosas del destino, que desde el principio me tenía asignado un futuro?

1 comentario:

  1. si no recuerdo mal, había un azulejo de estos a la derecha de la puerta del perdón de la catedral. El pobre mio estuvo en la cárcel, normal que escribiese de su ciudad cautiva!

    ResponderEliminar