Son éstas las preguntas que aún siguen suspendidas entre los grande interrogantes de la historia. Eratóstenes, matemático, astrónomo y geógrafo griego, fechó dicha guerra entre 1194 a.C. y 1184 a.C.; la Marmor Parium, o Crónica de Paros, una tabla cronólogica griega sobre los hechos históricos protagonizados por héroes y reyes griegos, entre el 1219 y el 1209 a.C.; y Heródoto, historiador griego, en el 1250 a.C. Lo que sí es seguro es que se produjo durante la civilización micénica, bajo el reinato de Agamenón, ya sea real o ficticia.
Esta guerra fue causada por el rapto de la famosa Helena de Troya a manos del príncipe troyano Paris (o Alejandro si se prefiere). Helena era esposa del rey Menelao de Esparta, hermano del rey Agamenón e hijo de Atreo, rey de Micenas. Paris era hijo de Príamo, rey de Troya, y hermano de Héctor, héroe y príncipe troyano. Helena y Paris se conocieron en la corte espartana, cuando el príncipe troyano gozaba de la hospitalidad del rey Menelao mientras celebraban la paz entre ambos territorios tras años de guerra. Y es que esta época estuvo marcada por el ferviente deseo del atrida Agamenón por doblegar todos los territorio de la Hélade bajo su poder. Como decía, los príncipes Héctor y Paris gozaban de la hospitalidad de Menelao. La hospitalidad, si ahora es importante, en la Antigüedad griega era sagrada. Tras la hospitalidad se creaba un pacto de hermandad entre ambos bandos o entre dos personas. Y Paris, al enamorarse y enamorar a Helena y por consiguiente llevársela a escondidas hacia Troya no solo quebrantó la sagrada hospitalidad, sino que insultó al rey Menelao y a toda Grecia. Así pues, el rey espartano pidió ayuda a su hermano Agamenón, quien como ya expliqué tenía bajo su poder a casi todos los territorios de Grecia, y juntos pusieron rumbo hacia Troya con mil naves, más de 50.000 guerreros y 46 héroes. Además, Agamenón convirtió esta guerra amorosa en una guerra política, con la que intentaría doblegar a la ciudad de Troya. Tal fue el tamaño y la importancia de esta guerra que su duración se alargó hasta los 10 años.
Homero, como otros muchos grande escritores griegos (véanse las obras trágicas de Esquilo, Sófocles y Eurípides), aprovechó tamaña guerra para escribir sus obras, los dos grandes poemas épicos de la Grecia clásica: la Ilíada y la Odisea. Sus protagonistas no son otros que los grandes héroes de la guerra y Homero, aunque en un primer momento en la Ilíada parece tomar partido a favor de los griegos (o aqueos), realmente mantiene una importante equidad entre ambos bandos.
La Ilíada consta de 24 cantos y narra el último año de la guerra, desde la cólera de Aquiles, producida por el secuestro de su esclava Briseida a manos del rey Agamenón, hasta la muerte y funerales de Héctor, principe de los troyanos (o teucros).
Quizás, los episodios más conocidos de la Guerra de Troya sean la toma de Ilión (nombre griego de Troya) con el caballo de madera y la muerte de Aquiles por una flecha en su talón. Sin embargo, estos hechos son conocidos por la segunda obra de Homero, la Odisea, y por las crónicas de la época. En la Ilíada, los episodios más destacados son la preciosa conversación de despedida entre Héctor y su esposa Andrómaca, la muerte de Patroclo, amado compañero de Aquiles, y la muerte de Héctor a manos de Aquiles, en venganza del asesinato de su amigo Patroclo a manos de aquél.
En cuanto al nombre de la obra, decir que Ilíada significa poema de Ilión, como ya dije antes el nombre griego de la ciudadela de Troya.
Para leer esta obra os recomiendo la versión en prosa de Luís Segalá, más fácil de leer y de una gran belleza literaria.
Si sois más atrevidos y queréis leer la versión original en verso, os recomiendo, además de paciencia (y mucha), la versión de cátedra. Tiene los resúmenes de cada canto en la página en que empiezan, y anotaciones en el inferior de las páginas, todo ello para que resulte más fácil su lectura.
Como siempre haré una relación con el séptimo arte. En 2004, Wolfgang Petersen adaptó al mundo cinematográfico la gran guerra de los poemas homéricos. Pero querer representar 10 años de guerra en dos horas y media causa los fallos y el cambio del orden en los sucesos que se pueden apreciar en la película. Como forma de adentrarse en el mundo griego visualmente y tener una primera toma de contacto con la historia de la Guerra de Troya, no está mal. Pero no os creáis que sucedió en días (como da a entender la película), ni que el orden de los sucesos es el que se sucede en la versión cinematográfica, ni que, muchísimo menos, os va a salvar de leeros la obra ante un examen. Simplemente os ayudará, como ya he dicho, a tener una primera toma de contacto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario